Vengo a ofrecer mi corazón
“Tenía una lista preparada, pero empecé por cualquier lado.. veremos cómo acaba la noche..”, ciudad de Leganés, Auditorio de la Universidad Carlos III, sábado 28 de mayo de 2011 a las 21.25hs, palabras de Fito Páez, después de tocar el tercer tema. Uno de los conciertos más singulares a los que he asistido en mi vida: por el lugar, un auditorio de una universidad en las afueras de Madrid; por el público, unos pocos cientos de personas, en su mayoría estudiantes de la propia universidad; por el formato, piano y voz (a veces a capella y sin micro, como en “Vengo a ofrecer mi corazón”) y por el repertorio: los hitos musicales más importantes de este artista que toca habitualmente frente a decenas, cientos de miles o incluso cerca del millón de personas como lo hizo en el Obelisco de Buenos Aires y acompañado de potentes bandas.
Si alguien piensa que este post no tiene nada que ver con lo que escribo habitualmente se equivoca y daré una pista con una sola palabra: actitud.
La actitud que ha tenido Rodolfo Páez Ávalos, cuya madre murió cuando él tenía 8 meses y como casi todos saben ha tenido que criarse entre abuelas y tías. Esas mismas tías que fueron asesinadas por un psicópata el 7 de noviembre de 1986 cuando Fito tenía 23 años y estaba en Brasil, de gira.
Si se pudiera sintetizar la actitud de Fito podríamos mencionar algo que él mismo ha citado: “nada es más aburrido que el éxito: lo lindo es el viaje..”. Viniendo de alguien que ha grabado más de 20 discos propios, ha vendido más de tres millones de copias, recibido decenas de premios, nominaciones y distinciones y en definitiva ha sido desde sus veinte y pocos años uno de los artistas más populares en Iberoamérica, es para creerle.
Un viaje que no ha estado exento de traspiés: artísticos, personales y de proyectos profesionales como sus intentos de incursionar en la industria del cine. Su biografía destila ambición genuina, inconformismo con el éxito sacando constantemente los pies fuera de su zona de confort, reinventándose y disfrutando de todo. No ha muerto en las “tumbas de la gloria” que él mismo ha descrito.
Morir de éxito es algo tentador.
Pero Fito no sólo no ha muerto de éxito, sino que ha ido eligiendo su camino, su viaje. A pesar de las circunstancias bastante adversas que le puso la vida, ha decidido elegir y eso sumado a su talento y perseverancia es lo que le ha llevado a dónde está, donde ha querido estar. También con vocación de servicio: “..se apagan las luces, te ponen los focos ahí, una parte del Universo por un momento se detiene en la puta mierda que te pasa a vos y mejor que estés a la altura de los acontecimientos porque hay muchas vidas allí que están prestando atención y mejor que dejes afuera toda la vanidad y te concentres en ofrecer algo hermoso. Esa es un poco la tarea que elegí, no la que me dieron, y la elegí porque es muy linda, gratifica mucho y porque tengo la sensación que la gente que va a un concierto mío no sale igual que como entra y eso está buenísimo..”
Yo digo: nos pasamos buscando el éxito. Pero el éxito en realidad tiene muchos aspectos, no es un destino en sí mismo, sino que es una travesía. Incluso cuando llegamos al que creíamos que era el éxito nos quedamos con la sensación de vacío: “y ahora qué?”
En todo caso el éxito tendrá que ver con elegir y disfrutar y comprende un proceso tanto visionario como de aprendizaje: quiero llegar a algo para algo y para ello aprendo y desaprendo.
Fito Páez ha alcanzado el éxito también a través de otra actitud destacable: el agradecimiento. Nunca ha dejado de agradecer y reconocer a sus ‘padres musicales’: Spinetta, Nebbia y Charly García. Los menciona y homenajea siempre y los integra en su repertorio, sus grabaciones y conciertos. Agradecer es una cualidad que reconoce los lazos con los demás, nos hace más dignos y genera el antídoto para males como la envidia o el egoísmo, los que precisamente, dificultan el camino del éxito.
Fito de igual modo agradece a la música y la define de una forma interesante: “La música es una novia cara que te pide mucho y también te da mucho..”
Yo particularmente tengo que agradecerle el haber salido de forma diferente a la que entré a su concierto. Gracias Fito por ese cable a tierra.