El propósito de vivir. 50 años de la tragedia de los Andes.

En el día de hoy, 23 de octubre, se suspende toda búsqueda del avión uruguayo caído en la cordillera.. se estima que para fines de enero, principios de febrero del año que viene se podrán hacer expediciones para localizar y buscar los restos del avión”. Esas son las palabras que escuchó Roy Harley a través de una radio a pilas Sharp, a la cual él mismo le había construido una antena para aumentar la capacidad de captar las ondas. (1)

Esos “restos del avión” eran él y los otros 26 sobrevivientes en ese momento, que para el mundo entero estaban ya muertos. Habían pasado diez días desde el accidente, un viernes 13 de octubre de 1972. Hace 50 años.

La primera reacción  -y el primer pensamiento- frente a esa noticia, fue de que el mundo les daba la espalda, que los habían abandonado. Esto les provocó un cúmulo de emociones: desesperación, frustración, angustia y sobre todo mucha rabia, indignación y enfado.

La ira es de las emociones básicas que generan más energía, pero que a su vez consume más de la que nos proporciona, un déficit emocional difícil de mantener en el tiempo. Es un disparador cuya función es de autodefensa y autoprotección. Es una invitación a dejar de lado o deshacernos de algo o alguien.

Y ese llamamiento del enojo surtió efecto. Se quitaron la esperanza de que alguien los viniese a buscar, desecharon la idea de seguir esperando sin más.

A partir de entonces y teniendo a la rebeldía como disparador, comenzó a germinar en sus cabezas y en sus palabras una nueva realidad: salir de allí dependía de ellos mismos. La frase “ahora vamos a irnos de aquí por nuestros propios medios” que alguien comenzó a decir, fue la semilla.

Un grupo de veinteañeros vestidos con ropa de calle, la gran mayoría de los cuales nunca había visto nieve en su vida, solos, muertos de hambre, a casi 4.000m de altitud y con temperaturas que llegaban a los -30 grados tenía un propósito: querían demostrarle al mundo que estaban vivos. Y en especial, querían que sus familias lo supieran.

Habían atravesado así un verdadero punto de inflexión, el cual tuvo un impacto a nivel individual con un cambio de actitud para no quejarse, mirar hacia delante, trabajar, pelearla y hacer lo necesario para vivir.

También a nivel grupal, ya que más que nunca tenían que ser un equipo, con un nuevo propósito que no era simplemente el de esperar, aguantar y administrar víveres. Tomaron consciencia del impacto de la interdependencia y la necesidad de alinearse para las decisiones, de trabajar para el objetivo común. De lo que significaba la característica más importante de un equipo: la creación de sinergia, en donde el todo es mayor que la suma de las partes.

Ese propósito generó así un compromiso individual y colectivo. E hizo lo que suele hacer un propósito resonante, tiró de ellos, como un imán.

La historia es conocida y se dice habitualmente que fue un milagro, lo que a los sobrevivientes no les gusta. Un milagro es que algo suceda sin que haya explicación para ello. Aquí, por el contrario hay una gran explicación fundamentada en ese propósito y en la lucha diaria en hacer todo lo que sea posible para no morir, una pelea minuto a minuto contra la muerte.

Al final, dejarse morir era lo más fácil. No había que hacer nada, literalmente.

La historia de la tragedia de los Andes, tiene tantas enseñanzas como ángulos se pueda apreciar: de trabajo en equipo, liderazgo, toma de decisiones, innovación, adaptación al cambio, de afrontar la adversidad, de amistad, solidaridad, supervivencia. De la vida y la muerte, más unidas que nunca.

Sin embargo, lo que propició todo ello tiene en buena medida un origen: el punto de inflexión al escuchar la peor noticia, que al final se transformó en la mejor posible: la salvación estaba en ellos mismos. Como sucede habitualmente.

En el momento del accidente y durante esa noche, murieron en total 16 personas, 29 siguieron con vida. Curiosamente, las cifras finales fueron las inversas: 16 vivieron, 29 fallecieron. O como suelen decir ellos: 29 murieron para que 16 se salvaran.

---- 

(1)   Este post está completamente basado en testimonios, relatos y entrevistas a los propios supervivientes, así como en la web oficial del accidente: https://www.viven.com.uy/

Siguiente
Siguiente

La música que crees.